Una receta básica de la repostería que a todos les gustan y siempre cae bien para satisfacer un antojo: es la de los clásicos cupcakes de chocolate; son chocolatosos, esponjosos y siempre deliciosos. Lo mejor de todo es que son muy sencillos y rápidos de hacer. Te contamos cómo preparar los mejores cupcakes de chocolate caseros con glaseado de vainilla y lo mejor de todo es que es en freidora de aire.
Si no sabes qué hacer para llevar a una reunión a la que te han invitado, o como bocadillo dulce en la mesa de postres para tu evento, fiesta o como un pastel de cumpleaños muy original; esta es la receta ideal para sacarte del apuro. Ya que además del clásico glaseado de vainilla, puedes agregarle lo que quieras como chispas o trozos de chocolate por dentro o encima del cupcake, hasta con sprinkles para decorar. El límite queda en tu imaginación.
Tips para preparar un glaseado perfecto
Ten a la mano un cernidor o tamizador muy fino, esto hará que tus ingredientes secos queden muy finos y sin ningún grumo, así la mezcla podrá ser increíblemente tersa.
Si no tienes azúcar glas puedes utilizar azúcar granulada, solamente procésala antes de utilizarla para que quede lo más fina posible. Puedes hacerlo con un procesador de alimentos o una licuadora.
Bate a una velocidad media a baja con un batidor eléctrico o de globo, esto lo hará más esponjoso.
Ingredientes
- Harina de trigo 120 g
- Cacao en polvo 60 g
- Azúcar mascabado 100 g
- Polvo para hornear 1 y 1/2 cucharaditas
- Leche 120 ml
- Extracto de vainilla 1/2 cucharadita
- Para el glaseado
- Azúcar glass 2 tazas
- Leche 1/3 de taza
- Esencia de vainilla 1 cucharadita
Cómo hacer Cupcakes de chocolate con glaseado de vainilla
- Tiempo total 45 m
- Elaboración 20 m
- Cocción 25 m
Comenzamos precalentando la freidora a 100°C por diez minutos. Mientras comienza a calentar, nos dedicaremos al resto del proceso.
Colocamos en un tazón los ingredientes secos: la harina, el cacao, el azúcar el polvo para hornear e integramos bien. Después agregamos la mantequilla, de preferencia a temperatura ambiente, y batimos. Puedes utilizar una batidora eléctrica a velocidad baja o un globo (considera que te tomará más tiempo) y bate hasta que todo esté integrado y tenga una consistencia ligeramente arenosa.
En el siguiente paso iremos agregando poco a poco la mitad de la leche y batimos hasta integrar.
En otro bowl mezclamos el huevo, la vainilla y leche restante. Una vez que queden integrados, agregamos a nuestra mezcla principal y seguimos batiendo hasta que adquiera una consistencia suave. Hay que cuidar no batir en exceso.
Servimos nuestra mezcla en moldes para cupcakes, en los que se deben de haber colocado previamente los capacillos. Llevamos a la freidora por aproximadamente unos 20 o 25 minutos a 160°C. Te darás cuenta de que están listos porque se tornarán ligeramente dorados.
Prueba que los cupcakes estén listos con la clásica prueba del palillo de madera: si después de insertarlo sale seco, sus cupcakes están listos. Debemos tener cuidado de no hornearlos en exceso, puesto que pueden quedar muy duros.
Colocamos los cupcakes en una rejilla o en una superficie plana en la que puedan enfriarse completamente antes de que los decores.
Para el glaseado
Nota: Es importante que recuerdes que el glaseado siempre se incorpora al cupcake o al pan que estés preparando después del horneado y cuando ya estén tibias
Tomaremos un bowl amplio, y tamizamos el azúcar glas con un colador fino sobre el tazón, para evitar que se formen grumos.
Una vez listo, agregamos la vainilla y la leche poco a poco (a cucharadas) hasta que obtengas la consistencia que estás buscando. Puedes hacer un glaseado delgado o más grueso. Mientras más líquido tenga en glaseado, más fina será la cobertura, al contrario, si tiene menos líquido, la cobertura será más gruesa.
Una vez llegado este punto, puedes agregar colorante al glaseado. Puedes agregar gotas de colorante alimentario y mezclarlas dependiendo del color que quieras hacer.
Una vez que tengas listo el glaseado, procede a cubrir o verter el glaseado sobre tus cupcakes.
Dejamos secar los cupcakes sobre una rejilla hasta que el glaseado se seque y ¡listo!, ya puedes servir y acompañar con un café o un vaso de leche.
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