¿Cómo saber si los ingredientes que hay en tu despensa aún están en buenas condiciones?

Los ingredientes en nuestra despensa los podemos clasificar en dos grandes grupos, los básicos, esos que usamos a diario, que nunca nos faltan y que reponemos continuamente; y los no tan básicos, esos que usamos de vez en cuando, que compramos para una comida en particular y quedaron olvidados en un rincón.

Hoy hablaremos de ese segundo grupo, pues algunos de ellos pueden aparentar ser indestructibles o al menos, que durarán mucho tiempo sin estropearse. Lo malo, es que si lo hacen y no nos damos cuenta, pueden arruinar nuestros platillos. Por eso, hoy les damos algunos consejos para saber si aún están en buenas condiciones.

Hierbas y condimentos

Afortunadamente, las hierbas y condimentos no se vuelven inseguros para su consumo a pesar del paso del tiempo, sin embargo pierden sabor. Lo mejor que podemos hacer para conservarlos por más tiempo es guardarlos en un lugar seco, fresco y oscuro.

Como regla, los fabricantes recomiendan reemplazar las especias molidas cada tres o cuatro años, y las hierbas entre uno y tres años. Desde luego, también hay que hacer uso del sentido común: si ha cambiado su aroma, su color, o su sabor es mejor desecharlas.

Bicarbonato de sodio

Los fabricantes recomiendan reemplazar el bicarbonato de sodio cada tres años, sin embargo, si lo mantenemos en un lugar seco, puede durarnos un tiempo indefinido. Los expertos afirman que si lo guardamos abierto en el refrigerador o en la nevera, será necesario reemplazarlo de manera mensual, pues es bien conocida su propiedad por absorber los malos olores.

Ahora bien, si lo vamos a ocupar para hornear y lleva mucho tiempo guardado en la alacena, lo mejor será hacerle una pequeña prueba, dejando caer 1/4 de cucharadita de bicarbonato en agua caliente con 1/4 cucharada de vinagre, recordando que necesita de un ingrediente ácido para hacer reacción. Si la mezcla burbujea, es señal de que podemos utilizarlo sin mayor preocupación.

Aceite de cocina

El aceite de cocina debe almacenarse en un lugar fresco y oscuro en su envase original para prolongar su vida útil. Sin abrirse, una botella puede durar hasta dos años, pero una vez abierta esto cambia, por lo que hay que tratar de usarlo lo antes posible debido a que la exposición al calor, a la luz y al aire son las causas de un sabor rancio.

Saber si ya no está en buenas condiciones nuestro aceite de cocina es sencillo. Un aceite rancio tiene un olor característico, como a hierba o madera. El sabor también cambia, y si nuestro aceite tiene un sabor parecido al de la nuez, hay que desecharlo.

Extracto de vainilla

Una botella de extracto de vainilla si la mantenemos bien cerrada puede durarnos hasta cuatro años, pero si notamos que el aroma ya no es tan intenso debemos reemplazarlo. Puede alarmarnos quizá el ver sedimentos en el fondo de la botella, pero no son más que los compuestos de sabor de la vainilla, por lo que agitándola unos minutos el problema estará resuelto.

Azúcar

Al igual que la miel de abeja, el azúcar granulado no permite el crecimiento de bacterias, de tal modo que su sabor nunca se pierde. Pero si hay algo que puede hacerle perder sus propiedades es la humedad, que hace que el azúcar se aglutine y se endurezca, y cuando eso pasa no hay forma de restaurar su textura original. Por ello, el azúcar debemos mantenerla en un recipiente sellado y seco.

Imágenes | Incase, Pixabay

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