Es probable que, al mantener una cocina y un hogar impecables, con frecuencia nos enfocamos en limpiar solo los lugares más visibles como el piso, los trastes o los espejos, pero ignoramos otros espacios. Descubre cuáles son los objetos de tu casa que tienen más bacterias y quizá nunca los limpias.
Se trata de objetos cotidianos que, según los expertos, son un verdadero paraíso para las bacterias. Desde los grifos hasta tu cepillo de dientes, muchos de los artículos que usas a diario podrían estar comprometiendo tu salud.
No estamos hablando de la suciedad evidente, sino de una amenaza invisible que, sin el cuidado adecuado, puede acumular miles de microorganismos dañinos.
Cuáles son los objetos de tu casa que tienen más bacterias y quizá nunca los limpias
- Esponjas de cocina: La próxima vez que tomes tu esponja, piénsalo dos veces. Según el virólogo Chuck Gerba, de la Universidad de Arizona, son el objeto más sucio del hogar. La humedad y los restos de comida las convierten en el hábitat perfecto para bacterias como la salmonella, superando en carga bacteriana incluso a un inodoro. La recomendación es simple: cámbialas cada una o dos semanas y desinféctalas a diario.
- Botellas de agua reutilizables: ¿Creías que eras ecológico e higiénico? Un estudio citado por The Guardian encontró que una botella de agua puede tener hasta 40,000 veces más bacterias que una tapa de inodoro. El microbiólogo Jason Tetro lo llama un "banquete para gérmenes". La solución es lavarlas diariamente con agua caliente y jabón.
- Grifos y tablas de cortar: Las hendiduras de los grifos y las superficies porosas de las tablas de cortar son refugios ideales para bacterias. Para evitar la contaminación cruzada, se recomienda usar diferentes tablas para carne cruda y verduras, y limpiar grifos y tablas con desinfectante después de cada uso.
- Frascos de especias y saleros: Piensa en las veces que tocas estos recipientes después de manipular carne cruda. Estudios han detectado microorganismos en casi la mitad de estos objetos. Límpialos semanalmente y, sobre todo, después de cocinar.
- Cepillos y portacepillos de dientes: Se estima que estos objetos pueden albergar hasta 10 millones de bacterias. El ambiente húmedo del baño agrava el problema. Cambia tu cepillo cada mes y limpia el portacepillos cada semana.
- Controles remotos e interruptores de luz: Un informe asegura que los controles remotos pueden estar hasta 15 veces más contaminados que la tapa del inodoro. Ambos objetos se tocan constantemente con manos sucias, por lo que una limpieza semanal con toallitas desinfectantes es indispensable.
- Relojes y pulseras: Si usas reloj o pulseras de goma o tela, presta atención. Un estudio del profesor Markus Egert encontró bacterias intestinales en el 60% de las correas analizadas. Lávalas con agua y jabón al menos una vez por semana.
- Bolsas reutilizables: Si no las lavas, pueden acumular bacterias coliformes que causan intoxicaciones alimentarias, especialmente si las usas para transportar carnes o vegetales.
- Cortinas de baño: La humedad constante las convierte en el lugar perfecto para el moho y otras bacterias. Lavarlas regularmente previene el crecimiento de estos microorganismos.
- Aspiradoras: El polvo y los residuos recogidos en sus filtros crean un caldo de cultivo. Vaciar la aspiradora fuera de la casa es la mejor manera de evitar que las bacterias se dispersen en el aire.
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