El truco más fácil para organizar las tapas de tus ollas: y no, no es meterlas en el horno de la estufa

Si hay algo que parece tener vida propia en la cocina son las tapas de las ollas y cacerolas. Siempre terminan apiladas de manera incómoda en el horno, el cual queda inservible por estas; se caen, hacen ruido o, peor aún, se rompen. Pero mantenerlas ordenadas no es tan complicado como parece: solo se necesita un poco de ingenio y aprovechar bien los espacios.

Olvídate del horno, la alacena es el mejor lugar

Una de las soluciones más funcionales y estéticas es utilizar la parte interior de las puertas de la alacena o gabinete. Basta con colocar repisas delgadas, soportes o ganchos para organizar las tapas por tamaño. Este truco aprovecha un espacio que casi nunca usamos y evita que las tengas todas apiladas en el horno u otro espacio y con el miedo de que se rompan.

Además, si las tapas son de vidrio templado, este sistema las protege de golpes y caídas. Puedes instalar pequeñas repisas metálicas o incluso soportes adhesivos, que encuentras fácilmente en tiendas en línea como Amazon o Shein, sin necesidad de hacer perforaciones.

Otros lugares donde puedes guardar las tapas de tus ollas

• Usa un organizador vertical de cocina. Hay modelos diseñados específicamente para guardar tapas y moldes. Se colocan dentro de un cajón o sobre la encimera y permiten tener todo visible y a la mano.

• Aprovecha los costados de la alacena o despensa. Si tienes una pared libre o un espacio lateral, puedes fijar barras con ganchos o soportes metálicos para colgar las tapas.

• Guárdalas junto con las ollas, pero de forma inteligente. Si prefieres mantener cada tapa con su cacerola, colócala boca abajo sobre la olla y guárdalas apiladas. Así no ocupan tanto espacio y evitas que se rayen.

Lo mejor de todo esto es que no necesitas gastar mucho dinero. Con materiales básicos, como ganchos adhesivos, repisas pequeñas o incluso barras para toallas, puedes crear un sistema de organización práctico, bonito y económico.

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