Cuando pensamos en bebidas para acompañar la noche mexicana, el tequila suele ser el rey indiscutible. Sin embargo, en los últimos años la raicilla, otro destilado jalisciense con siglos de historia, ha ganado un lugar en las mesas patrias. Aunque ambas bebidas provienen del agave, sus procesos de elaboración, sabores y denominaciones de origen las convierten en opciones muy distintas.
Si quieres sorprender a tus invitados este 15 de septiembre, nada mejor que brindar con alguna de estas bebidas tradicionales. Para que puedas escoger la mejore, te contamos las diferencias entre la raicilla y el tequila.
El sabor de cada bebida
El tequila es conocido por sus notas herbales, cítricas y ligeramente dulces, con un acabado limpio que lo hace ideal para coctelería o para beber solo. Su perfil depende del tiempo de añejamiento: blanco, reposado, añejo o extra añejo.
La raicilla, en cambio, ofrece sabores más complejos y silvestres. Suelen encontrarse notas de frutas tropicales, flores, especias e incluso ahumados intensos. Por esta razón, es una bebida que conquista a quienes buscan experiencias más atrevidas y diferentes.
Cocteles fáciles con raicilla y tequila para la noche mexicana
Además de disfrutarlos solos, tanto el tequila como la raicilla se prestan para preparar cocteles frescos y festivos en tu noche del 15 de septiembre. Aquí tienes un par de ideas sencillas:
Margarita clásica (con tequila): mezcla 60 ml de tequila blanco, 30 ml de licor triple seco, 30 ml de jugo de limón fresco y hielo. Agita en coctelera y sirve en vaso escarchado con sal.
Raicilla tonic: sirve 60 ml de raicilla en vaso con hielo, agrega agua tónica, unas gotas de jugo de toronja y decora con una rodaja de naranja deshidratada.
Paloma (con tequila): combina 45 ml de tequila reposado con refresco de toronja, hielo y un toque de jugo de limón. Escarcha con sal y chile en polvo para un efecto aún más mexicano.
Raicilla con piña y hierbabuena: mezcla en un vaso alto 60 ml de raicilla con jugo de piña, hojas de hierbabuena fresca y mucho hielo.
En promedio, una botella de tequila puede encontrarse desde 250 pesos en presentaciones sencillas, hasta varios miles en ediciones premium. La raicilla, al ser menos producida, suele tener precios un poco más elevados: a partir de 400 pesos por botella, dependiendo de la marca y el tipo de agave. Elegir entre raicilla o tequila es cuestión de ocasión. El tequila ofrece la tradición y la versatilidad que todos conocemos, mientras que la raicilla brinda una experiencia más exótica y artesanal. Este 15 de septiembre, atrévete a incluirlas en tu brindis patrio y descubre cómo cada copa cuenta una parte distinta de la historia del agave en México.
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