Monalisa: la planta que 'explota' de flores lilas durante el otoño y no necesita luz directa

Si buscas una planta que llene tu casa o jardín de color sin exigir demasiados cuidados, la Monalisa; una variedad híbrida de Tibouchina urvilleana, es perfecta. Esta especie perenne es famosa por sus flores de tono lila intenso, que aparecen con fuerza durante el otoño y principios del invierno, justo cuando la mayoría de las plantas comienzan a perder su color.

Además de su espectacular floración, la Monalisa es una planta ideal para interiores o terrazas con sombra, ya que no necesita luz solar directa para florecer. De hecho, prefiere ambientes con luminosidad filtrada y temperaturas templadas, lo que la hace muy adaptable a hogares en climas frescos o húmedos.

Una planta de otoño resistente y de fácil mantenimiento

La Monalisa pertenece a la familia de las melastomatáceas y es originaria de Sudamérica, donde crece de forma natural en zonas tropicales. Es una planta de crecimiento lento, pero constante, lo que la convierte en una excelente opción para quienes desean una decoración viva y duradera durante todo el año.

Sus hojas aterciopeladas de color verde oscuro contrastan con las flores lilas que brotan entre septiembre y noviembre, creando un espectáculo visual que transforma cualquier rincón.

Cómo cuidar la Monalisa para mantenerla floreciendo

Luz: Prefiere lugares bien iluminados pero sin sol directo, ya que los rayos fuertes pueden quemar sus hojas.

Riego: Mantén la tierra húmeda, sin encharcar. Riega cada tres o cuatro días en temporada cálida y reduce en invierno.

Temperatura: Ideal entre 18 y 25 °C. No tolera el frío extremo.

Sustrato: Usa una mezcla rica en materia orgánica y con buen drenaje.

Poda: Retira las flores marchitas para estimular nuevos brotes.

Con estos cuidados, la Tibouchina Monalisa puede florecer varias veces al año y mantenerse vigorosa sin necesidad de fertilizantes constantes.

Perfecta para interiores o terrazas con sombra

A diferencia de otras plantas de floración intensa, la Monalisa se adapta bien a macetas medianas o grandes y puede colocarse en interiores luminosos. Es común verla en salas, balcones o terrazas cubiertas, donde su color destaca sin competir con otras especies.

Un consejo extra: si la colocas cerca de una ventana orientada al este, recibirá la luz matutina más suave, lo que estimula su floración sin riesgo de quemaduras.

La planta Monalisa no solo es hermosa, sino también una de las especies más agradecidas del otoño. Florece incluso cuando muchas otras comienzan a perder hojas, llenando el ambiente de tonos lilas y violetas que aportan serenidad y elegancia. Si buscas una especie duradera, fácil de cuidar y con una floración espectacular, esta planta perenne será una aliada perfecta para dar vida y color a tu hogar durante toda la temporada.

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Imágenes: Directo al paladar, creada por inteligencia artificial Gemini