Elegir la maceta ideal para tus plantas puede parecer una decisión sin importancia, pero la verdad es que el material influye directamente en su crecimiento, la humedad del sustrato y hasta en la duración de las flores. Entre las más comunes están las de plástico y las de barro. Aunque ambas tienen ventajas, lo mejor es elegir según el tipo de planta o flor que quieras cultivar.
Las flores más delicadas o que requieren riego constante no se comportan igual que las resistentes o las que toleran el calor, así que vale la pena conocer cuál tipo de maceta les conviene más antes de sembrar o trasplantar.
Las macetas de barro, perfectas para flores que aman la ventilación
Las macetas de barro o terracota son las preferidas de los jardineros tradicionales. Su material poroso permite que el aire y la humedad circulen mejor, evitando que el sustrato se apelmace o se acumule exceso de agua.
Por eso son ideales para flores como geranios, lavandas, begonias o suculentas con flor, que necesitan raíces aireadas y un suelo más seco. El único inconveniente es que se secan más rápido y son más frágiles, por lo que conviene regar con más frecuencia y colocarlas en un sitio protegido del viento o la lluvia intensa.
Las macetas de plástico conservan mejor la humedad
Si vives en una zona calurosa o te cuesta mantener una rutina de riego constante, las macetas de plástico pueden ser tus mejores aliadas. Retienen mejor la humedad y no se calientan tanto al sol, lo que las hace perfectas para flores que requieren un suelo fresco, como las hortensias, petunias, impatiens o violetas africanas.
Además, son mucho más ligeras y fáciles de mover, algo útil si sueles cambiar tus plantas de lugar o si las tienes en balcones o espacios pequeños. Eso sí, es importante asegurarse de que tengan buen drenaje, ya que el plástico no permite que el agua se evapore fácilmente.
Cómo elegir según la estación del año o el espacio
En climas fríos o húmedos, las macetas de plástico ayudan a mantener la temperatura del sustrato y proteger las raíces. En cambio, en zonas secas o muy calurosas, las de barro permiten que las raíces respiren y se mantengan más frescas. Si tus flores están en interiores o en sombra, el plástico es más práctico, pero si están al aire libre o en terrazas soleadas, el barro será la mejor opción.
Algunas personas incluso usan macetas de plástico dentro de cubremacetas de barro para aprovechar lo mejor de ambos materiales. Lo importante es observar tus flores y ajustar el riego y la ubicación para que florezcan sanas y llenas de color todo el año.
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