Con este truco de jardinería lograrás que tu cuna de Moisés dé flores blancas todo el año

La cuna de Moisés, también conocida como espatafilo o lirio de la paz, es una de las plantas de interior más queridas en todo el mundo gracias a su elegancia y facilidad de cuidado. Sus flores blancas y brillantes le dan un aire fresco a cualquier espacio, además, es reconocida por su capacidad de purificar el aire.

Sin embargo, en muchos hogares solo tienen una planta con tallos y hojas verdes, pero sin flores. Afortunadamente, existen un par de cuidados clave y un sencillo truco de jardinería con los que podrás disfrutar de flores blancas todo el año.

Cuna de Moisés: la planta de interior que florece con poca luz

A diferencia de muchas plantas con flores, la cuna de Moisés no necesita sol directo para florecer. De hecho, se adapta muy bien a espacios con luz indirecta o sombra, lo que la convierte en una de las favoritas para departamentos, oficinas y casas con ventanas pequeñas.

Colócala cerca de una ventana orientada al este o al sur, con una cortina ligera que filtre los rayos del sol. Esto estimulará un crecimiento de las hojas y facilitará el brote de flores blancas.

El truco de jardinería para que florezca todo el año

El secreto está en el fertilizante rico en fósforo. Mientras que el nitrógeno favorece las hojas verdes, el fósforo es el nutriente que estimula la floración. Una vez al mes, agrega a la tierra un fertilizante líquido rico en fósforo. Otro tip es retirar las flores marchitas para que la planta concentre su energía en producir nuevas. Con este simple truco, lograrás prolongar la floración y mantener el aspecto fresco del tu lirio de la paz.

Problemas comunes y cómo evitarlos

Hojas amarillas: esto se debe a un exceso de agua, reduce la frecuencia de riego para que se recupere.

Puntas marrones: normalmente suceded por falta de humedad ambiental o exceso de fertilizante. Procura rociar sus hojas con un atomizador en los días del más calor.

Sin flores por meses: necesita más luz y fósforo. Cambia tu planta a un lugar más iluminado y ponle fertilizante.

El riego es uno de los puntos más importantes. Esta planta prefiere la tierra ligeramente húmeda, pero no encharcada. Un buen truco es tocar la superficie: si está seca al tacto, es momento de regar. La cuna de Moisés es una de las mejores plantas que puedes tener en casa. Con luz indirecta, riego controlado y un poco de fertilizante rico en fósforo, tendrás flores blancas todo el año.

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