Investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Pittsburgh, encontraron que la exposición a los ftalatos durante las primeras semanas del embarazo, se asocia con la interrupción de una hormona esencial en el embarazo, gonadotropina coriónica humana (hCG), y afecta negativamente a la masculinización de los genitales masculinos en el bebé.
Los ftalatos, o ésteres de ácido ftálico, son químicos encontrados en varios plásticos, comida y productos de higiene personal. En el estudio se analizó el efecto de estos compuestos directamente en la placenta, ya que es una extensión del feto, y donde la gonadotropina coriónica humana se produce y se puede medir en la sangre y orina de la madre.
En el estudio “Desarrollo Infantil y del Medio Ambiente”, se analizó la información de 350 madres y de sus bebés, entre 2010 y 2012, con muestras de sangre y orina de las madres, y medidas de los bebés al momento de nacer. Las mujeres que presentaron niveles altos de dos moléculas producidas cuando los ftalatos son digeridos (mono-n-butilo y ftalato monobencílico), presentaban niveles bajos de hCG cuando su bebé era varón, y niveles más altos de hCG cuando el bebé era mujer.
También se analizó la cantidad de hCG en relación con un marcador biológico llamado distancia anogenital, que es la distancia entre el ano y los genitales. En los hombres, una distancia anogenital corta, se asocia con bajo conteo espermático e infertilidad. Niveles altos de hCG en la sangre de la madre, se asociaron con una distancia anogenital más corta en los bebés varones.
Los resultados del estudio sugieren que es de suma importancia realizar estudios clínicos durante los primeros meses de embarazo para checar la presencia de químicos y proteger al bebé.
Vía | Science Daily
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