De acuerdo a este estudio, los investigadores solicitaron a un grupo de individuos que después de ejercitarse, estimarán su gasto calórico, y después del entrenamiento tomarán un buffet ( ¿Cómo no me enteré antes para ser parte del estudio? )
Los individuos tenían que consumir la cantidad de comida que ellos creían que habían quemado en calorías. Lo que sucedió después de recibir esta instrucción es muy predecible: los individuos terminaron comiendo 2 a 3 veces más la cantidad de calorías que habían quemado.
Podemos concluir que el gasto calórico no lo tenemos mucho en cuenta, y que los seres humanos somos generalmente terribles calculando tanto el gasto como la ingesta calórica. ¿Cuál es la solución? Organizarnos y tener previamente preparados los alimentos que vamos a ingerir después de la actividad física, de esta manera evitamos tener una ingesta desmedida, tratando de compensar lo perdido por el ejercicio.
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