Si alguna vez has servido una bebida con hielos que huelen a pescado, humedad o “congelador viejo”, sabes lo desagradable que puede ser. Pero no te preocupes: este problema es más común de lo que crees y se debe a un error de almacenamiento que muchos cometemos sin darnos cuenta. La buena noticia es que existe un truco simple, económico y efectivo para evitar que tus hielos absorban malos aromas: usar bolsas herméticas.
¿Por qué los hielos huelen mal? La verdadera razón
Los hielos, sin importar si los guardas en bandejas, en contenedores especiales o en bolsas, absorben con facilidad los aromas del congelador. Esto ocurre porque el hielo es poroso y capta cualquier olor presente en su entorno. Así, cuando lo sirves en un vaso, el mal olor se transfiere a tu bebida… adiós a la experiencia agradable.
Pero el origen del problema no está en los hielos, sino en cómo almacenas tu comida en el congelador, especialmente productos crudos como pescado, pollo y carnes frías.
El error más común: dejar los alimentos en su empaque original
Cuando compramos carne o pescado en el supermercado, solemos guardar los paquetes tal cual vienen: en su charola de unicel y su capa de plástico. Sin embargo, estos empaques no sellan completamente los olores y, en muchos casos, contienen sangre u otros líquidos que pueden filtrarse, derramarse y contaminar todo el congelador.
El resultado:
malos olores
superficies sucias
alimentos contaminados
hielos que terminan oliendo a pescado o carne cruda
Y sí, este pequeño descuido puede arruinar tus bebidas sin que te des cuenta.
El truco para evitar que tus hielos huelan a pescado
La solución es muy sencilla:
Traslada el pescado, el pollo y la carne a bolsas herméticas con cierre (zipper).
Estas bolsas sellan los aromas y evitan que los líquidos se filtren.
Antes de guardarlos, elimina la sangre o los jugos del empaque original.
Esto previene derrames y mantiene tu congelador limpio.
Mantén los hielos alejados de cualquier producto crudo.
Sin importar el tamaño de tu congelador, procura que los alimentos con olor fuerte nunca estén cerca del área de hielos.
Si además limpias tu congelador de forma regular y organizas los alimentos en contenedores herméticos, evitarás que los olores circulen y tus hielos se mantendrán siempre frescos.
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Imágenes: Directo al Paladar, creadas con IA de ChatGPT.
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