Uno de mis postres favoritos es, sin duda, el mousse de chocolate: es ligero esponjoso y tiene ese sabor intenso a cacao que le da un toque de elegancia increíble. El único problema que tienen algunas personas con este platillo es que suele llevar huevo en su preparación, si eres de ese grupo ¡no te preocupes!, te compartimos una receta de mousse de chocolate sin huevo con un ingrediente muy especial: el aquafaba, o líquido de cocción o de la lata de los garbanzos.
La palabra aquafaba proviene del latín aqua (agua) y faba (haba o legumbre). Este líquido tiene la capacidad de emulsionar, espesar y esponjarse como como la clara de huevo. Gracias a las proteínas y almidones que liberan las legumbres durante la cocción.
Aunque la palabra mousse suena muy elevada, esta receta demuestra que se puede preparar un postre digno de restaurante con solo dos ingredientes: chocolate y aquafaba. El resultado es un postre delicioso que que además es vegano, sin gluten y apto para alérgicos al huevo.
Truco para que este postre de chocolate quede perfecto
Para disfrutar de este** mousse de chocolate** al máximo, lo ideal es dejarlo reposar en el refrigerador durante un par de horas para que tome esa textura espumosa y sedosa que tanto gusta.
También se puede complementar con diferentes toppings como: nueces, fruta deshidratada, chispas de chocolate, trocitos de galleta y hasta compota de fruta.
Ingredientes
- Chocolate semi amargo sin azúcar 115 g
- 165 ml de aguafaba
Cómo hacer postre de chocolate espumoso
- Tiempo total 20 m
- Elaboración 20 m
Abre la lata de garbanzos o habas. Coloca un cuenco y, encima, un colador. Vierte el contenido del bote en el colador y remueve con suavidad, dando golpecitos para que todo el líquido caiga al cuenco. Si no vas a usarlo de inmediato, tápalo con plástico film y ponlo en la nevera. Guarda los garbanzos en un recipiente hermético si planeas usarlos más tarde.
Trocea o pica el chocolate negro con un cuchillo y derrítelo al baño maría o en el microondas. Si usas el baño maría, asegúrate de que no entre agua en el chocolate. Remueve hasta obtener una textura homogénea y cremosa, y deja que se temple un poco. El chocolate no debe quemar al tacto.
Coloca el líquido de los garbanzos en un recipiente hondo mediano y bátelo con una batidora de varillas. Empieza a velocidad media y aumenta al final. En 5-10 minutos, verás cómo se monta como si fueran claras a punto de nieve. Debe formar picos y tener un volumen firme, esponjoso y de color blanco. Si decides usar azúcar, añádelo ahora y bate como si estuvieras haciendo merengue.
Mezcla una porción del merengue con el chocolate y luego combina ambos ingredientes por completo. Si quieres, añade la sal o los aromas extra. Usa una espátula o lengüeta y haz movimientos envolventes para evitar que el volumen se pierda. Cuando la mezcla sea homogénea, repártela en cuencos, vasos o copas. Obtendrás 2-3 raciones grandes o 4 más pequeñas. Deja que se enfríe en la nevera al menos 2 horas antes de servir.
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