Entre los ingredientes que consideramos inseparables de la milpa mexicana se encuentran en un lugar muy reconocido las coloridas flores de calabaza. Se trata de estas deliciosas flores comestibles de color naranja. El día de hoy, la recuperaremos para preparar un delicioso y muy quesoso alambre de flor de calabaza y setas, ideal para un antojito nocturno o para un desayuno llenador.
Esta delicada flor posee un sabor sutil y puede ser consumida sola, como acompañamiento o como condimento, es perfecta para acompañar todo tipo de guisos y sopas, desde las clásicas quesadillas de flor de calabaza hasta estas crepas de flor de calabaza con queso y elote. Junto con el epazote, esta se utiliza en platillos muy representativos de la gastronomía nacional como la sopa de guías, originaria de Oaxaca.
La flor de calabaza se consume en nuestro país desde antes de la llegada de los españoles, esta delicada flor se da en la planta que produce los vegetales con el mismo nombre. A pesar de darse todo el año, esta florece mayormente en los meses de lluvias debido a la gran cantidad de humedad que requiere. Por lo tanto, estamos en la temporada ideal para que dejes volar tu imaginación y prepares todo tipo de recetas con esta endémica y deliciosa flor.
En una sartén mediana sofreímos la cebolla con un poco de aceite de oliva. En cuanto comience a tornarse transparente, agregamos las setas y salpimentamos.
En cuanto las setas estén suaves, agregamos la flor de calabaza, el queso, y los elotitos.
Cuando empiece a gratinar, revolvemos con una palita de madera para que el queso y las flores se incorporen en todo el alambre.
Servimos en tortillas de maíz o de harina caliente.
