Ya sea que estés aprendiendo a cocinar o seas un cocinero con mucha experiencia, todos sabemos lo que es cocinar o hornear algo, y que se nos pase hasta el punto de quemarse. Si no hacemos nada para remediar estas equivocaciones, es muy difícil, si no imposible, esconder el sabor a quemado. Pero si actúas rápidamente y de la forma adecuada, podrás salvar algunos alimentos.
Me encontré un artículo que da un interesante tips para solucionar, y salvar, este tipo de equivocaciones. En el mundo de la repostería es muy común tostar los frutos secos antes de utilizarlos, y al estar haciendo mil cosas al mismo tiempo, es común dejarlos de más en el horno. Cuando los frutos secos llegan a un color oscuro, y empiecen a oler mucho, la solución es meterlos directamente al congelador para detener el cocimiento.
Puedes utilizar este método cuando estés tostando, horneando o rostizando casi cualquier tipo de alimentos como galletas, coco, bases de pays, pasteles o pan. El chiste es quitar los alimentos de la charola caliente, colocarlo en una nueva, y meterlo inmediatamente al congelador. Debes de mantener el producto en el congelador hasta que se enfríe por completo, ya después puedes seguir utilizándolo sin problema.
Por el momento no he tenido la necesidad de utilizar este truco, pero la próxima vez que distinga el olor característico de cuando un alimento se quema, estoy segura que pondré en uso este truco.
Imágenes | Phil Denton | Martin Cathrae |
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